“Soy un raro de concurso. Un ni por qué, ni para qué, ni dónde...” son las frases que abren El Secreto de las Fiestas de Francisco Casavella, una de las mejores novelas que han caído en mis manos durante los últimos meses.
Francisco Casavella es una de las pocas voces originales que encuentro en la literatura contemporánea, autor de la trilogía El Día del Watusi un prodigio que, de tan monumental, asusta y mucha gente no ha leído. Además, en estos tiempos en que la juventud parece ser un valor añadido, pues el tipo nació en el sesenta y tres. Ustedes mismos.
El secreto de las Fiestas es la reescritura adulta de una novela adolescente. Y nos cuenta la historia de un tal Daniel Basanta, un tío raro. Pero no raro como esos raros que impostan su rareza para parecer guays, sino raro sin remedio, raro a su pesar. El periplo de un chaval desde una aldea gallega, poblada por tipos extraños, hasta la Barcelona de los primeros ochenta en que lo raro empezaba a cotizar al alza; siempre que no te pasaras, claro. Y encima carga el pobre con un padre que es un “puto hippy”. La novela convierte en modo de vida el baile de la conga, en destino la maquina del millón y explica la diferencia entre Hombres-sapiens y Hombres-tachán, que no es otra sino la dicotomía entre lo apolíneo y lo dionisiaco que ya sabían los griegos, luego copió Nietsche y que hay que tener un par para volverla a vender con tanta gracia.
Y es que, leyendo el libro, en más de una página he pensado por qué coño no llevará escrito un par de décadas y en lugar de El Guardián entre el Centeno me hubiesen prestado éste cuando rondaba los quince. Porque, en aquellos años, servidor, a diferencia del Holden Caulfield, ni tenía hermana, ni intención de ir de putas. Sin embargo, ya me sentía raro; raro que no veas. Y El Secreto de las Fiestas formula una de las estrategias más valiosas para todos los que nos hemos sentido así: la mixtificación como vía de escape de la realidad. Y además es que te partes.
Lean, lean El Secreto de las Fiestas o un prospecto de medicamentos, que mientras leen no hacen daño a nadie y sepan que el que esto firma también es raro, un raro de cojones.
6 comments:
YA ME LO PASARASSSSSS
La rareza de cada uno depende en gran medida de la rareza de los que nos rodean
como decían en barrio Sésamo "Todos somos raros"
http://www.garuz.com/Caratulas%20DVD/Barrio%20Sesamo%2004%20-%20Todos%20somos%20raros.jpg
ja ja ja... muy acertado Sr. Desanex. Ya lo cantaba la rana Gustavo en "Es duro ser verde"
Qué buena pinta, a ver si me lo leo, que estoy leyendo aún las cosas que me han regalado últimamente...
Pues a ver si me lo dejas jas jas o será una sorpresa???
Tiene buena pinta, algo raro racomendado por un M.I., seguro que está bien.
Post a Comment