Observando la avidez con que nos lanzamos de compras durante el periodo de rebajas, me surge la duda de si no habrá en ello una parte de adiestramiento en el consumo de productos devaluados.
Algo tiene que haber de eso, porque si no a ver cómo se explica que tenga clientela numerosa ese infrarrastrillo yonqui que se monta por la Glorieta de Embajadores en el que se venden catálogos gratuidos de Mango de hace dos temporadas, trozos de tela, partes casi irreconocibles de teléfonos antiguos, marcos rotos, etc, etc.
Yo creía que eso era porque en ese barrio existe el mayor porcentaje de afectados por el síndrome de Diógenes de toda España, porque si no ya me dirán quién iva a comprar esas mierdas...
5 comments:
Algo tiene que haber de eso, porque si no a ver cómo se explica que tenga clientela numerosa ese infrarrastrillo yonqui que se monta por la Glorieta de Embajadores en el que se venden catálogos gratuidos de Mango de hace dos temporadas, trozos de tela, partes casi irreconocibles de teléfonos antiguos, marcos rotos, etc, etc.
Yo creía que eso era porque en ese barrio existe el mayor porcentaje de afectados por el síndrome de Diógenes de toda España, porque si no ya me dirán quién iva a comprar esas mierdas...
¡Un catalogo atrasado de Mango! ¡Irresistible!
Yo es que en rebajas nunca compro asi que....
Jaja, yo también quiero ese catálogo: Mario, lo conseguirás por encima de cadaver. Laura, no escuches a ese advenedizo!
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