Paseando, fuera de temporada, por aquella urbanización de la costa, enfrentado a las hileras de apartamentos con las puertas y ventanas cerradas, fue inevitable acordarse de Núria. Igual que aquellas viviendas, la había conocido en verano, pletórica de alegría y sedienta de vida. Ahora era un ser de silencios, como aquellas casas, implorando que alguien entrara en ella y subiera las persianas.
8 comments:
hay que ventilar, hay que ventilar... Fundamental para un vida sana!
el aire viciado es más peligroso que la jeroinarl! (e igual de adictivo)...
Mal asunto ese de hacerle la competencia a Josele...
allí estaré!
pasear fuera de temporada por una zona de costa... qué gran cosa es esa!!!
Uhm...
Las casas siempre han de estar...en llamas!!
QUIERO DEJAR CONSTANCIA AQUI QUE MARIO APARTE DE ESCRIBIR BIEN HACE UNOS REGALOS DABUTISSSSS
GRACIAS HERMANITO!
eso, hay que abrir puertas y ventanas y ventilar, ventilar.
o volver a construir.
y bonito, tu.
welcome back to madrid
beijitos
Sí, señor, bonito, bonito.
Creo que precisamente hoy necesito que me ventilen... Huy, qué raruno suena, jaja.
¡Cuántas cosas se pueden decir sin mencionarlas! Las palabras están, algunas veces, embrujadas consiguen comunicar significados que ni siquiera pensó quién las escribía. Allí, frente a aquellos apartamentos, quedó algo flotando en la atmosfera que no volverá a repetirse... Comunicas bien.
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