Octavio era feo. Muy feo. Feo de definición de feo. Tanto que a fuerza de burlas se volvió huraño y resentido.
Octavia nació bella. Pronto descubrió que nada le abría tantas puertas como su sonrisa. Por eso abrazaba a todo el mundo y reía a carcajadas, demostrando que el alma es espejo del rostro y no a la inversa.
5 comments:
Lo extremadamente hermoso es más peligroso que lo extraordinariamente feo. Todos queremos ser aceptados y los menos favorecidos se afanan -y casi siempre lo consiguen- por desarrollar otros atractivos que, a la larga, pueden ser más valorados que la propia belleza. La belleza hace de quien la posee -por regla general- una persona que considera que lo tiene todo y si esto es así ¿por qué tiene que superarse?
Muy bueno.
Aunque lo bueno del alma es que no se puede cambiar ni pasando por el quirofano.(De momento)
QUE SE MUERAN LOS FEOSSS!!!
Cuan relativa es la belleza! sobre todo la del tipo fácil...
Lo de Auster también es bastante relativo; es facilón en el sentido que gusta a la gente que, por decirlo de algún modo, no "sabe mucho" de literatura..., pero tiene un lado complicado que yo creo que sólo se consigue entender si realmente penetras en la atmósfera que se ha creado, y si eres capaz de ir más allá de la historieta feliz que te ha contado. Por ejemplo, la última novela me consta (al menos en lo que respecta a los comentarios que he leido y la gente con la que he hablado) que sólo le gusta a quien se ha leido ya toda o casi toda su obra.
Quizás sea fliparse un poco por su parte... pero a mí en el fondo me gusta ser de esos privilegiados capaces de entender esa novela, dirigida, quiero creer, a unos cuantos.
Pat.
¿Preparándote para escribir la biografía de Octavio Aceves?
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