Cada día más, los medios de comunicación se transmutan de medios, en su sentido de servir a la difusión, a “en medio”, que obstaculizan. Esto lo sabe cualquiera que haya presenciado cualquier suceso recogido en los mismos: la cantidad de inexactitudes y errores, cuando no de manipulaciones, sería como para prescindir de ellos para siempre. Y, sin embargo, sigo despertándome con la homilía de Federico, ojeando el independentismo taimado de El Periódico y colaborando con el activismo naif del Diagonal.
Vale, lo admito: "Hola, mi nombre es Mario y soy adicto.”
3 comments:
No nos queda otra, aunque también puede que funcione usar varias fuentes y hallar la bisectriz...
todos tenemos pecadillos
Yo sólo pongo la radio para oír música, y la tele para ver películas. Si la noticia es suficientemente gorda, me entero de todas maneras (Creo que se han caído unas torres...) y si no es tan importante, para qué me voy a manchar las manos de sangre, tal como vienen los periódicos. La paz del espíritu ante todo, y las homilías de Federico, hacen que me siente mal el desayuno
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