Oswaldo De Souza era muy admirado por sus conocimientos económicos. Había sabido interpretar, a posteriori, todos los vaivenes bursátiles y uno solo de sus artículos podía remover todos los valores del Ibex. Todos admiraban su capacidad analítica y asistían reverenciales a sus seminarios. El secreto de las predicciones de De Souza no era sino lo que leía cada mañana en los posos de su café.
2 comments:
Y aún hacía mucho... Como ya hemos comentado, basta con poner cara de póker y asentir con gravedad.
El vacío más absoluto está instalado en los grandes gurús de casi cualquier asunto.
este nombre me ha gustado muuucho!!!
Post a Comment