Lo cierto es que la quema de banderas y otros símbolos me la trae al pairo. Lo que no me trago es el falsario discurso sobre la opresión lanzado desde una de las castas más privilegiadas y endogámicas de este país, como es la burguesía catalana. Y el pitorreo judicial que les ha sufragado el viaje a Madrid para interpretar su numerito.
1 comment:
¡Y encima la reina arremetiendo contra el pobre colectivo gayer!
Si es que se merecen todo lo que les pase (los reyes, aclaremos)
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