Tuesday, September 01, 2009

CICLOS, TRADICIONES, COSTUMBRES

1 de septiembre. Ha sido un día curioso. Después de un mes en la oficina sin mucho que rascar, como por arte de magia circular, hoy el teléfono no paraba de sonar. No, no era la Coca-Cola para encargarnos un trabajo. Aún. Eran aspirantes que no sé qué se deben pensar de nosotros. El e-mail echaba chispas de proveedores ofreciéndose como putas del mercado de La Boquería. Por fin descolgaban el teléfono en los departamentos de contabilidad ¿Qué tal las vacaciones? ¿Crees que nos podrás pagar la factura que quedaste en abonar antes de marcharte de crucero? La risa, vamos.

Los becarios ceden los trastos a profesionales mucho más sosos en la radio nocturna. Después de un mes abren sus puertas los bares donde tomamos tantos cafés. En la tontería del facebook la gente exhibe sus fotos estivales en un desesperado intento de retener los días de dicha. Los quioscos de prensa se pueblan de los mismos coleccionables que no se vendieron el año pasado, en la tele se anuncia la XI edición de Gran Hermano y el lunes Federico estrenará temporada de radio. Y tengo la sensación como si nuestros padres hubieran regresado de viaje antes de tiempo pillándonos con la fregona en la mano. Es curioso como algo tan poco tangible como una fecha nos marca el ritmo de modo tan determinante.

Supongo que en algún rincón de nuestro cerebro primitivo queda grabado el paso del tiempo como una repetición de las mismas cuatro estaciones y no somos capaces de percibir el tiempo sino como un eterno retorno. Somos borricos encadenados a la noria del tiempo. Este discurrir cíclico debe ser lo que los antropólogos califican “bueno para pensar”. Y las malditas golondrinas que cantan Nena Daconte.

A partir de un momento de la vida, te reconcilias con la tradición. Que aquel ritual que los mayores repiten a cada rato tiene algún sentido. El único error consiste en no saber detectar cuando las condiciones que generaron una tradición han cambiado hasta contravenirla. Por lo demás, vivan las paellas de los domingos.

Esto me lleva a reflexionar si con una estructura cerebral de este porte, tenemos capacidad alguna de redención. Si no estamos condenados biológicamente a repetirnos como un vino barato a cada tramo de la vida: mismos aciertos, mismos errores. Y mientras tanto, vacilando de libre albedrio por aquello de darnos importancia.

5 comments:

Miguel B. Núñez said...

Nosotros aquí vamos al revés de todo lo que cuentas. Ahora se empiezan a vaciar los bares y los bancos del pueblo. Los buses cambian sus horarios. Los vecinos se vuelven a la capital. Incluso nosotros nos tomaremos las vacaciones ahora.

Creo que la biología nos condena a ciertas cosas pero yo no diría que la rutina es una de ellas, no necesariamente. Hay bastantes fórmulas distintas, creo. Y sí creo que tienen que ver con el libre albedrío. Recuerda a Henry Miller mandando a tomar por culo su vida americana y lanzándose a la bohemia de Paris.. y ya entrado en añitos. O nuestro querido Thoreau negándose a pagar impuestos o Rimbaud cambiando la poesía por el tráfico de armas o Punset, de político a divulgador.

Y también están los que se deciden a ser padres o empiezan un pequeño negocio o se enamoran o nosotros abandonando Telefónica con una sonrisa en la cara... que sí, que sí, que el libre albedrío existe -dentro de un orden, lo se- y yo creo que sí es una cosa para darse importancia. Es un triunfo.

:)

mario said...

Hombre, claro que existe. Estaba exagerando un poco. Ahora, hay que ponerle voluntad.

mario said...

...y yo en cuanto pueda cogeré la senda de la carretera de la Coruña. No lo duden.

Miguel B. Núñez said...

voluntad rules!!

Anonymous said...

dupsautty, clomid online seemalterrelt, [url=http://www.webjam.com/clomidonline]buy clomid[/url] Assilksooloup
23