La semana pasada tuve la sensación de que me rondaba la desgracia como en una tragedia griega.Esta semana parece que le ronda al mundo de las celebridades.
Descubrí a Levi-Strauss gracias a las referncias del maestro, Manuel Delgado, en una tertulia nocturna moderada por Julia Otero. Era joven y curioso y me compré algunos libros de Levi-Strauss que tardé años en digerir: un galimatias sobre símbolismo y procesos mentales bajo el cual, sin embargo, intuía cierta lógica matemática. Algunas de sus conclusiones han sido imprescindibles durante la compresión de mi lugar en el mundo (aún ando en ello, no crean): La comparación de la mente humana con la tectónica de placas (pequeños desplazamientos subterráneos que provocan temblores en superficie) o la demostración de patrones comunes a todo tipo humano, ya sea un bororo en taparabos o un skin de corbata y maletín. Y, como explica el profesor Delgado en el prólogo de Tristes Trópicos, la revelación de que la antropología no es sino un estado de ánimo.
El es-truc-tu-ra-lis-mo va a venir...
2 comments:
El profesor Delgado está ahora aguantando a la Nierga... uf! Para eso Strauss decidió largarse a un sitio más tranquilo.
Eso es ganarse la vida duramente. Yo tampoco puedo con la Nierga y su vanalización del buen salvaje, la lucha de obrera, el paro, la droga...
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