Sunday, January 30, 2011

ÁLBUM DE FOTOS

En sus viajes al extranjero, o paseando por su propia ciudad, Fina permanecía indiferente a los monumentos o a los lienzos expuestos en los museos. Prefería llenar sus álbumes con fotos de los turistas haciendo fotos. Aquellas caras de sorpresa, asombro, alegría o conmoción le decían más que todas las pinturas o piedra esculpida del planeta.


DESIDERATAS

Me resulta pintoresca la tendencia de los humanos de creer en el poder de los deseos. Me asombro, como se asombraba Kant de nuestra natural propensión a la metafísica.

Una relación viciada, una crisis persistente, una depresión profunda... todo parece poder resolverse a golpe de deseo. Los psicoterapeutas nos aconsejan practicar el pensamiento positivo. Sin embargo, el deseo por si mismo de nada sirve: solo funciona como combustible en el motor de la acción.

Thursday, January 27, 2011

ESCALOFRIANTE

Leo en un encuentro digital con mi admirado Punset la siguiente cuestión y me asusto. Si la ciencia consigue el control total de nuestros sentimientos la única herramienta de discernimiento disponible sería la razón y, amigos, he descubierto muy recientemente que la razón no siempre funciona.

2. Eduard, soy Juanjo de Barcelona. Me gustaria saber el porqué de esos "bajones" psicológicos cuando se produce una ruptura sentimental. ¿Llegaremos algun dia a ser una especie de robots, capaces de borrar recuerdos en función a nuestra voluntad?¿Mediante quimica? Muchas gracias por divulgar la ciencia a una persona como yo, de letras,más concretamente de Historia. Juanjo

Es correcto pensar que no sólo mediante fármacos, que difícilmente podrán alcanzar la complejidad necesaria para borrar un sentimiento negativo, pero posiblemente con la utilización de células vivas sí podremos interferir con las vivencias de los tejidos y cambiar un sentimiento negativo por otro positivo. Es algo que ya se ha iniciado con determinados fármacos, aunque no he podidos certificar con certeza que no tengan efectos secundarios.

Encuentro con Eduard Punset



Thursday, January 13, 2011

REFLEJOS

Caminaba por la calle Mayor reprimiendo mis lágrimas, preguntándome cuantos dolores, grandes y pequeños, ocultarían los viandantes con los que me cruzaba.

Wednesday, January 12, 2011

CONVERSACIÓN DE ASCENSOR

- Buenos días, ¿a qué piso va?

- Buenos días. Al quinto...

- Parece que vuelve el mal tiempo. Hace un frío que pela.

- Hombre, peor están en Siberia. Aunque a mí frío, lo que se dice frío, me lo produce el miedo a la muerte...

- Normal, hombre ¿Ha probado usted a alistarse en alguna religión?

- Así de las populares, probé con el cristianismo pero no me convenció su obsesión por el dolor. Cierta vez intenté practicar el masoquismo con mi parienta y fui incapaz de empalmarme.

- ¿Y qué tal el islamismo?

- Naaaah... no soporto lo de que anatemicen el jamón.

- ¿Y el hinduismo?

- Cae lejos y no me gusta viajar.

- Hombre, pues hágase usted existencialista... lo mismo considerar la vida como una angustia le ayuda a observar la muerte como un suceso liberador.

- Es que mi me gusta demasiado ir de tapas y así no hay quién se angustie. Además ¿se ha fijado usted la cara de estreñidos que se les pone a todos los existencialistas?

- Pues no le va a quedar otra que pensar en la interconexión cósmica y en la muerte como una disolución de los átomos para regresar al Todo en un ciclo de eterno retorno...

- Pues mire no está mal. Probaré a ver... Por cierto, es mi planta. Que tenga un buen día.

- Buenos días.

Tuesday, January 04, 2011

ENSAYO DE NAVIDAD

Persuadido a pasar unas navidades esplendidas, desenfundó su tarjeta de crédito y salió a la calle dispuesto a dilapidar.

Se encontraba cansado de hacer números para regalar juguetes sin marcado de la CE, de escatimar los cafés y apagar la luz cada vez que abandonaba una habitación. Aquellas navidades las iban a pasar en grande: cenarían foie de oca, escogiendo el vino por su precio, pero no a la baja como siempre. Tras los postres, destaparían un Perrier y su regalo de navidad no sería una recopilación de bagatelas de los chinos, sino el pedrusco con el que ella soñaba. Los peluches de sus hijos no desteñirían al primer lavado e incluso pensaba instalar un abeto autentico en la esquina del salón. No debía olvidar tampoco comprar la pistola con la que volarse los sesos cuando comenzaran a llegar los cargos de la tarjeta. El seguro de vida lo arreglaría todo.