Tuesday, March 06, 2012

EN CONTRA DE LA NOSTALGÍA

Llevaba tiempo persiguiendo la ocasión de ver la última película de Woody Allen y no fue hasta el domingo y después de que la repusieran, supongo que por la cosa de los Oscar, que me pude acercar a verla.

Woody Allen rueda cada vez peor (el tipo plantifica la cámara y se va a tomar café) pero no importa porque es un grande por lo que cuenta y a estas alturas se lo puede permitir casi todo. Como si a cierta edad, se prescindiera de la forma porque has adquirido la certeza de que lo importante es el fondo.

Midnight in Paris es una atinada y precisa reflexión sobre la manera en que enfrentamos los problemas. O más bien, sobre las estrategias de huida de los mismos. El protagonista es un eterno escritor incapaz de abordar decisiones vitales que cada vez son más urgentes.Por uno de esos mecanismos que solo la ficción (y algunos ritos chamánicos) concede viaja en el tiempo a los locos años veinte, aquellos en que Paris era el 24 hour party people del momento. La trama da para bromas más o menos culturetas a cuento de los Fitzgerald, Hemingway o Picasso pero a lo que va es a la estrategia de huida hacia un pasado (real o ficticio) que, a menudo, acometemos los seres humanos. Resulta revelador comprobar como lo que nos conforta no es el regreso a un pasado concreto, sino a uno genérico que nos evite afrontar el presente.

La nostalgia es peligrosa porque encarna la némesis de la acción. A menudo, el pasado puede resultar ideal, dado que no es maleable, ni nos exige: el pasado fue y no tenemos que esforzarnos en construirlo; muy al contrario que el presente o el futuro. Pero como dijo el otro,: cualquier tiempo pasado solo fue anterior.

4 comments:

E. López-Muñoz said...

Y tan maleable. Como dice mi hermano respecto de la narrativa del tiempo pretérito por nuestra progenitora y por la URSS, con ellas el pasado es impredecible...

mario said...

ja ja jaaaa

Pat said...

"A menudo, el pasado puede resultar ideal, dado que no es maleable, ni nos exige: el pasado fue y no tenemos que esforzarnos en construirlo".
Qué tan verdad! y qué difícil ser alumnos aventajados!
besos Mario!!

mario said...

Besos para tí, Patricia! Gracias por pasar por aquí!