Al cabo de unos días divisó en el horizonte algo parecido a una embarcación. Según esta se iba acercando, confirmó que, efectivamente, se trataba de una chalupa tripulada por el clarinetista de la banda de jazz que amenizaba la travesía. Hans no reprimió su alegría, la cual tornó en desconsuelo al contemplar como, a escasos metros de la playa, el músico destruía la barca con un hacha y ganaba la orilla a nado.
- No podía permitir que una estúpida barca me impidiese disfrutar de este paraíso –fue su respuesta a los desesperados requerimiento de Hans.
6 comments:
como se nota que he jugado al LOST IN BLUE ahi en la misma habitacion je je
Inmersa en el mundo de Lost sólo puedo decir que debes escuchar a la isla, ella sabrá que es lo que hay que hacer. Si al clarinetista le mandó romper la barca, será por algo ...
Se lo digo a Hans por si lo lee
Gracias Miss Lisbon por tu consejo.
Al rato y después de tranquilizarme por lo de la chalupa, estuve hablando con el clarinetista y me lo explicó todo ... lo de la Isla, los hachazos y demás. Ahora estoy muy contento, cada mañana salimos a pescar juntos y compartimos sabiduría y berberechos.
ja ja ja... ¡mis creaciones cobran vida! ¡qué miedo!
El músico era alguien que huía de la democracia, de los editoriales de La Razón y hasta de las declaraciones de Rosa Regás a la que hay que defender aunque no sea nada más que por considerar que para un ministro de cultura, no son maneras nada delicadas de proceder pero, como decían en mis tiempos: "a todos los cerdos les llega su San Martín".
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