Friday, June 13, 2008

EL ÚLTIMO MISTERIO

Por fin, llegó el día en que el Último Misterio le sería revelado.

Llevaba muchos años militando en la Logia. Desde los albores de su juventud había hecho muchas concesiones y sacrificios para cumplir los preceptos de la misma. Se había esforzado, había estudiado los textos, cumplido los ritos y permanecido fiel al resto de miembros.

El Comité de Maestros le recibió en pie y él se hincó de rodillas, tal como indicaba el protocolo. Imaginaba bajo las capuchas de los Maestros, los rostros de banqueros, jueces y ministros que, iluminados por el Último Secreto, movían los hilos invisibles de la sociedad. El Maestro Supremo extrajo el pergamino de la urna y los miembros del Comité abandonaron ceremoniosamente la estancia, dejándole a solas con el Último Misterio. Debía leer el pergamino, reintegrarlo a su urna y reflexionar sobre el Último Misterio el tiempo que estimara oportuno, antes de salir a reunirse, como uno más, con el Comité de Maestros.

Desenroscó el pergamino y leyó:“No hay ningún Misterio, pero desde ahora debes actuar como si lo hubiera”.

5 comments:

Miguel B. Núñez said...

“No hay ningún Misterio, pero desde ahora debes actuar como si lo hubiera”...

lo que no deja de ser misterioso, jeje

Miguel B. Núñez said...
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miss lisbon said...

What a great end!!!
Si es que ya se me ha olvidado el español...tanto inglish.
Oye!!! esta entrada me ha encantado, es una mezcla de El nombre de la rosa y Hitchcock .. ya sabes que este material me encanta.
besos

Raquel Márquez said...

Qué bueno!

Franziska said...

Cumple con todos los requisitos del cuento moderno. Me ha gustado y me ha hecho pensar en muchas cosas que, a mi juicio, tendrían un mensaje semejante.

Saludos cordiales.