Thursday, May 10, 2007

DESINTOXICACIÓN

Aquel popular artista entraba y salía a cada poco tiempo de una prestigiosa clínica de desintoxicación en Houston, Texas. Allí los doctores le administraban sedantes, y le sometían a dieta y las más variopintas terapias. Él obedecía y en unas semanas los médicos certificaban su sanación. A su salida atendía a los periodistas agolpados en la puerta del centro, y exponía su propósito de enmienda, pero, aunque los galenos le limpiaran de todo tipo de sustancias, sabía que nadie podría desintoxicarle de sí mismo.

2 comments:

Anonymous said...

Cuantos intoxicados hay por el mundo con propósitos de enmienda endebles y de boquilla

Franziska said...

Yo me quiero desintoxicar y el desintoxicador que me desintoxique buen desintoxicador será.