Thursday, May 29, 2008

FEDERICO, EN EL BANQUILLO

Bien que me alegro de la “traición” de los políticos del PP llamados a declarar por el imputado, en el juicio de Gallardón contra Jiménez Losantos. El error estratégico de su defensa ratifica mis simpatías hacia el locutor. La desmemoria y la negación de Zaplana, Acebes y Aguirre evidencian que no hay confabulación y que el tipo se está batiendo sin guardaespaldas. Lo intuía.

Soy un hombre de radio. Quizás la culpa la tiene mi madre que despertaba a la familia con el serial de Los Porretas y los soliloquios de Luis Sánchez Pollack en Protagonistas. Después vestí brazalete negro el día que Alfonso Guerra y su Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones clausuraron la Cadena del Water, imprescindible en mi formación musical. Me pasé a Antena 3 y escuché el último programa de José Luis Balbín, antes de que PRISA adquiriera la emisora para acabar a golpe de talonario con su competidor. Años después, parte de la crew de Antena 3 fue reapareciendo y servidor derramó una lágrima por el genial Carlos Pumares, convertido en mono de feria de Sardá. Aunque ahora no sea sino una xarnega agradecida, algo semejante ocurrió con Julia Otero, en cuyos gabinetes descubrí al filósofo Gustavo Bueno y al antropólogo Manuel Delgado. También silenciaron a la Otero por culpa de los cambios en el accionariado de la emisora, privándome por bastante tiempo del discurso de dos pensadores capitales en mi devenir intelectual. Últimamente me despierto con Losantos, básicamente porque no hay otra opción que me resulte creíble. Es tendencioso en su defensa del liberalismo, pero no lo oculta bajo una máscara de objetividad, para después conchabar con el presidente del Gobierno cuando cree que las cámaras no graban. Federico es incorrecto y a mí este tipo de personas me pierden. Me parece muy grave que un político le haya sentado en el banquillo de los acusados. Muy grave porque si prosperan los intentos, por parte del poder, de amordazar las voces que disienten asistiremos al alumbramiento de una sociedad mucho menos libre, más siniestra y cobarde.

1 comment:

Javier Díez said...

Los medios de comunicación son hoy día quienes desacralizan el poder, como te comentaba hoy, el hecho de querer callarlos es una evidente muestra de su acierto, sean El Jueves o la COPE, Diario 16 o Antena3 Radio, al final, los poderes políticos, judiciales y económicos se alían para callarlos. Mal camino.