En su primera cita él pidió un té de jazmín. Después, ella le preparó amorosamente su infusión favorita cada mañana, durante los quince años que llevaban de matrimonio. Y él se atragantaba con aquel maldito brebaje que había pedido solo por hacerse el interesante.
6 comments:
Je je, pues le está muy bien empleado!!
Me ha dicho Miguel que el sábado está Paco en la feria del libro y que igual te pasas por ahí, a ver si nos ponemos cara de una vez!!
Si en 15 años, no ha podido decir lo que le gusta o no, ahí hay un problema de comunicación. Quizá es ficción con ánimo de reflejar la incomunicación o una historia corta cabrona.
Sería el de la anterior historia, que después de 6000 tés de jazmín, se ha vuelto gilipollas.
aiiiii hombreee
eso le pasa por no ser él mismo en la primera cita.. ea!
y que sí, eso.. que pasese usted por la feria!!!!
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!
Una historia cojonuda amigo!
Joder, que bueno... :)
Soy Oscar.
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