Monday, June 06, 2011

TERRIBLE VICTORIA

El otro día paseando por la Feria del Libro me encontré frente a un libro titulado Saber Perder y me pareció una tontería de título: Creo que lo verdaderamente complejo es Saber Ganar.

Encajar una victoria es mucho más difícil que una derrota. La derrota nos exime de la responsabilidad de continuar: se da la partida por zanjada, se recoge el tapate y uno vuelve a casa pensando que ya no queda nada que rascar. Sin embargo, la victoria nos fuerza a continuar, alimenta el orgullo y la ambición. Viendo las imágenes de Fernando Alonso o Nadal tras ganar cualquier competición me invade el desasosiego: el de pensar cuál será su siguiente reto, cuándo disputará su próximo torneo, cuántas veces tendrán que validar su título… Puede sonar contradictorio pero es aquello que escribió Oscar Wilde que hay más lágrimas por las plegarias atendidas que por las que no.

No hablo acerca de qué es mejor; sino de cuanto más difícil mantenerse calmo en la victoria que en la derrota. La euforia del triunfo puede resultar muy adictiva pero, a la postre, nos despega de la realidad y nos hace creer mejores de lo que somos. Al fin, son tantos los factores que intervienen en el éxito que es imposible controlarlos todos, teniendo bastante de azar. De ahí que resulte estúpido envanecerse por ello.

La vanidad es una de las grandes trampas del ego. Asomémonos a un cielo estrellado, a un horizonte marítimo, a un cielo infinito… y percibamos nuestro lugar real dentro del universo. Busquemos la victoria, aceptemos los fracasos… son algo que simplemente sucede, fuera de nosotros y por tanto no nos alteran.

2 comments:

E. López-Muñoz said...

Hoy precisamente, al entrar en mi correo, venía entre las noticias breves que Yago Lamela, campeón olímpico, ha estado ingresado en un hospital. Tiene una depresión fortísima y ha llegado a no encontrarle el sentido a la vida. Ya no sabe qué hacer con ella. Se ha roto.
Lo peor es que habrá mucho mediocre relamiéndose de gusto.

mario said...

El que no lo intenta es el que nunca se rompe, ahora... vive?