Agotada la pasión, ambos coincidieron que lo mejor era dar la relación por zanjada.
Durante las primeras semanas, se concedió todas aquellas licencias que, por respeto, se había negado en el tiempo que estuvieron juntos.
Una tarde, mientras vagabundeaba por el centro, dio de bruces con el mirador al que ambos se asomaban cada domingo. Y por la noche no consiguió conciliar el sueño. Sin saber bien como, durante los días siguientes se encontró recorriendo como un fantasma aquellos lugares que habían construido su geografía común: su parque favorito, la sala de cine en que se refugiaban los días lluviosos o la recoleta cafetería donde dilataban las sobremesas...
Y sin embargo, no conseguía volverla a amar.
Mientras descolgaba el auricular del teléfono, entendió que es antes la costumbre que el amor el cemento que mantiene unidas las relaciones.
10 comments:
Sí pero no, pero sí, pero no...
... y el "qué diran" también hace mucho, no se vaya a creer...
Como (casi) siempre en la misma onda.
Tengo un asunto (arriesgado, eso si) que propornerle para el sábado... ya comunicaré por otra vía.
Sed autenticos! (nada que ver con sed autentica, aunque también gastamos de eso)
Estoy totalmente de acuerdo, el amor se convierte en costumbre, y lo sé por experiencia, aunque no siempre nos damos cuenta a tiempo o gente que si se da cuenta y aguanta por "el qué dirán" o "Dios mío, no la puedo liar ahora después de tanto tiempo"... En definitiva yo me siento afortunado de tomar la decisión de acabar con aquella monotonía, la vida sigue y hay que tratar de ser lo máximo felices posible, y quién sabe si lo bueno todavía está por venir...
Amigos, hay que luchar por ser feliz.
Saludos.
El cemento que mantiene unidas a muchas personas es también el amor. ¿La costumbre?, puede ser que haga presa en la pareja al cabo de muchos años repitiendo patrones pero, ¿hoy?, hoy nadie está obligado a nada.
Señores, existen los sentimientos.
Qué razón llevas, amigo Mario. Muchas veces fingimos nuestros propios sentimientos por ¿no hacer daño a la otra persona? En realidad hacemos más cuanto más lo dejemos pasar. Hay relaciones largas que terminan consumiéndose, y aunque nos cueste aceptarlo es así. El amor puede ser eterno (aunque yo tengo mis dudas) pero cuando se acaba no nos podemos obligar a vivir en la mentira.
Saludos.
Pues si Mario, tienes razón.
Hay que intentar no dejarse llevar y huir en ese ciclón que se llama rutina que nos cementa los pies poco a poco y del que es tan difícil a veces pegar un salto.
Aunque cada día me parece más difícil que a uno no se le cementen los pies aunque sólo sea un poco.
Había un error ....
Pues si Mario, tienes razón.
Hay que intentar no dejarse llevar y huir de ese ciclón que se llama rutina que nos cementa los pies poco a poco y del que es tan difícil a veces pegar un salto.
Aunque cada día me parece más difícil que a uno no se le cementen los pies aunque sólo sea un poco.
En la costumbre y la rutina también hay amor, aunque no defiendo esa clase de amor; es peligrosa. Cuando la pasión se acaba quedan otras cosas, y tu decides si las aceptas y si te hacen lo suficientemente feliz, o si te llenan lo bastante como para seguir con esa persona. Es una lástima pero la pasión termina por acabarse siempre, a mi parecer.
Bueno, tengo una visión del tema complicada como para explicarme en unas líneas. Precioso texto, me gusta más cuando novelas.
Ah! El casting me ha salido genial, estoy muy contenta.
Besos
Somos humanos, y cansarnos de las cosas, forma parte de nuestro ser (en el sentido de ser y estar; o aquí y ahora, como quieras decirlo). Supongo que debemos vivir con ello. Sin embargo hacemos todo menos eso. Siempre intentar la perfección, siempre más, siempre mejor... Muchas veces lo mejor no es lo Mejor y más no es Más, ¿no?
Una cosa: ¿debo suponer que eres el Mario que pone cosas en mi blog?
Saludos.
Si lo eres, gracias por las visitas!
:)
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