Monday, May 30, 2011

LA ESCALA DE RICHTER Y EL EFECTO MARIPOSA

No soy el primero que asimila los fenómenos psíquicos con la tectónica de placas. Desde que se formulara la teoría del inconsciente, muchos son los estudiosos que han recurrido a la imagen de que deslizamientos en las capas subterráneas del planeta pueden provocar catástrofes en la superficie.

Una de las cosas que más llamó mi atención cuando estudié Geología fue conocer que la famosa escala sismológica de Richter era, en realidad, un sistema de medición relativo al índice de destrozos y no de la magnitud del seísmo. En dicha escala la gradación se establece en función de los daños. Así un terremoto de determinada intensidad, en función de la estructura de las viviendas, la planificación urbana y el azar es probable que resulte mucho más dañino en Lorca que en Osaka. Para entendernos, como si midiéramos la temperatura a través de la sensación de frio o del nivel de sudoración en individuos de distinta complexión.

Todo esto viene a cuento porque, en ocasiones, las dolencias o los desajustes mentales pueden resultar difíciles o incómodos de explicar. Lo he vivido en primera persona y lo observo a menudo: amigos que, con la mejor de las intenciones, te recomiendan “anímate, que no es para tanto” o personas incapaces de entender que, a veces, el aleteo de las mariposas del alma puedan desencadenar auténticos torbellinos en nuestra psique.

Saturday, May 21, 2011

LA TELA DE ARAÑA

Ahora que estás atrapada debes saber que la tela de araña tiene sus reglas. SI lo que pretendes es escapar debes ser precavida. Cualquier tensión inadecuada se trasmitirá por sus hilos alertando a tu captora. Has de tener cuidado porque podrías lesionarte o perder alguna de tus patas al intentar despegarte. Pero si necesitas encontrar motivación para escapar solo has que mirar al resto de moscas atrapadas, que esperan impasibles su destino como alimento de la araña.

Thursday, May 19, 2011

LA SOCIEDAD DE LA DESINFORMACIÓN. SOBRE "NO LES VOTES"

Por aquello de no alterarme el karma llevo bastantes meses evitando la intoxicación informativa propagada por los medios de comunicación. Nunca fue tan fácil documentarse de primera mano y por ende los medios transitan el camino de perder su función de espejo (deformante) de la realidad. Cada día más escorados hacía la opinión, a servir un criterio para el que no tiene tiempo (ja ja), acceso o neuronas de formarse el suyo, la solvencia debería ser su principal arma a la hora de sobrevivir pero… se empeñan en no enterarse de nada. Bochorno, pasmo y escándalo sufro la otra noche, escuchando una de esas tertulias nocturnas que frecuentan los padres. Pocas veces he asistido a un espectáculo de ignorancia y manipulación tan vergonzoso como aquel. Dávila, Losantos, Conde y (¡ay madre!) Del Manzano, tertuliando sobre el camping de Puerta del Sol: solo les faltó denunciar que las pancartas apestan a titadine.

La vida me ha enseñado la lección del individualismo. Desconfío de lo colectivo por la sencilla razón de que en todo grupo suele haber más gente que no me interesa que con la que tendría una conversación. En mis juveniles intentos de intervención social siempre encontré que al traje antisistema se le veían demasiadas costuras (abogados que se quitaban la corbata para calzarse la camiseta del PGB, okupas de finde, perroflautas de adosado, trostkistas de botellón, turistas a los que la India le había cambiado la vida el tiempo justo que tardaban en incorporarse a su pupitre y en este plan…). Al final todas mis intentonas terminaban con un decepcionado “para esto, a la próxima no me llaméis”. Dentro de mí habita un filoanarquista convencido de que a día de hoy la anarquía sería un desastre: E l ser humano tiene aún mucho por evolucionar antes de poder vivir sin jefes y ser dueño de su tiempo. No obstante, he seguido y simpatizado con el movimiento No les Votes, con la precaución de un gato en una fábrica de sifones. Indagando acerca de las pocas caras visibles del movimiento y escudriñando lo que podían esconder sus vaporosos manifiestos. Dentro de mí también habita un gran conspiranóico.

Ahora, es la versión oficial de políticos y medios de comunicación la que me empuja a escribir estas líneas. La primera mentira es presentar este movimiento surgido al socaire de la campaña electoral cuando lleva meses murmurando y difundiéndose en la red. Que su traca esté coincidiendo con las elecciones tiene toda la lógica, en tanto que la abstención funciona como leit motiv de la movida. Los dos millones de usuarios únicos de su web no se recopilan con un viral de dos semanas. Otra de las mentiras más irritante es la de tratar de presentar las pocas adhesiones nominales del movimiento como miembros de ultraizaquierda. Vale, que cierta izquierda siempre ha estado más dispuesta a sufrir las inclemencias del tiempo y no es descabellado pensar que muchos de los acampados en Sol lo son. Pero, salvo que se cometa el terrible error de entregar el movimiento a alguna agrupación (cosa que espero no suceda) el discurso se está manteniendo en una correcta equidistancia entre lo que llamamos derechas y lo que se define como izquierdas. Todos son igualmente traidores a la sociedad que los representa.

Simpatizo con este movimiento debido a que una de mis recurrentes batallas ha sido contra amigos que me calificaban de pasota y me negaban el derecho al pataleo por negarme a la complicidad con un sistema que me fuerza a escoger entre lo malo y lo peor. Son los plastas del “voto útil” y del “mal menor” que me sacan de mis casillas, por su carencia de imaginación y horizonte. Por eso me agrada lo que está sucediendo en la Puerta del Sol, por haber conseguido que la abstención, corriente política mayoritaria en cualquiera de las elecciones celebradas en el Estado, tenga por una vez voz y voto.

Tuesday, May 17, 2011

MANUAL DE DESOBEDIENCIA

Entenderán que con esas dos palabras en su título no me resista a enlazarlo:

Tuesday, May 10, 2011

FUERTE

De pronto, regresando a Madrid, observando el gesto exhausto de la gente después de cada jornada laboral, me posee una extraña sensación de fortaleza. Mientras el paisaje se desliza al otro lado de la ventanilla, tengo la certeza de que nada, ni nadie, puede herirme si yo no lo permito. Como en las películas de vampiros, ningún daño pueden hacerte si no les invitas a entrar. Me recuesto en el asiento a disfrutar del inesperado momento que me ha regalado el lunes, después de una semana difícil y un fin de semana en que no me encontraba del todo recuperado. Disfruto tanto esa sensación que me entran ganas de gritarle a todo el mundo que sentirse así es tan fácil… que está al alcance de cualquiera. Solo dura un rato pero, al igual que cuando descubrí que la alegría no procede del exterior sino del interior, sé que este sentimiento me habita y la posibilidad de invocarlo me ayudará cuando vuelvan la inseguridad, el miedo y la incertidumbre.

Monday, May 09, 2011

JUEGOS DE MAGIA Y ESCAPISMO

Será que se me ha adelantado la regla de los cuarenta pero últimamente se está apoderando de mí una extraña manera de percibir las cosas. Y en esta nueva sensibilidad, una de los comportamientos que más llama mi atención son los juegos de manos y las maniobras de escapismo.

De un lado, percibo la realidad, la sociedad, las noticias, todo lo que me rodea, como un monumental birlibirloque...un ejercicio de ilusionismo que nadie ha pedido, una enorme tomadura de pelo. Mira la bolita… sigue la bolita… ¿dónde está la bolita? Y a seguir palmando: Ya sea pasta, tiempo, energías o a la postre, tu vida.

Y como única manera de combatir la estafa, ejercicios de escapismo. Pero no de cofre o prisión algunos, sino de nosotros mismos. Las drogas, el láser, las minifaldas... desposeídos de su elemento lúdico e investidos en estrategia de fuga. Vaya a ser que, en un momento de introspección, nos encontremos con quiénes somos realmente.

Ale, buen lunes.

Friday, May 06, 2011

HOUDINI

Siento cierta fascinación por el personaje de Houdini. Aquel mago empeñado en amarrarse con cadenas y candados, lanzarse al agua e intentar escapar. Qué necesidad tenía. Qué sentía en la soledad del camerino cuando los aplausos habían cesado. A veces pienso que todos nos comportamos un poco como Houdini.