Wednesday, May 05, 2010

SE BUSCA OTRA VIDA (III)

Antes de fichar en la sucursal bancaria, paró un momento a comprar el diario. No estaba interesado en informarse sino en escamotear aquel endiablado dossier de cambio de vida que le habían endilgado. Existía una confianza de más de diez años con lo cual no hubo de dar explicaciones por el retraso. Y tal como llevaba ocurriendo por más de dos lustros, la jornada transcurrió sin sobresaltos, como un riachuelo que de tan manso dudara de la existencia de la corriente. Lo único que le inquietaba era la existencia del dossier que comprobó a cada hora, como este si tuviera la potestad de desaparecer. Transcurrieron las siete horas de rigor actualizando libretas de ahorro y tratando de colocar fondos, seguros, tarjetas de crédito o cualquier otro producto por el que el director le felicitaría a fin de mes. Marchó a su casa no sin antes comprobar que el dossier se encontraba, efectivamente, en su sitio. Era lunes, por tanto Marta habría llegado antes a casa y preparado sus calabacines rellenos. Durante la comida, lo que empezó como una charla sobre dónde pasarían las vacaciones fue subiendo de tono y terminó en una batalla en que reprochó a Marta su capacidad para convertir en estresante todo movimiento placentero y ella su incapacidad de planificación y que así les iba. No se dirigieron la palabra el resto de la tarde y por la noche se fueron a la cama por turnos: Marcos se quedó un rato aguantando uno de esos debates televisados que parecen alimentarse de malos augurios. Cuando estuvo seguro de que Marta dormía se encerró en el baño a ojear el dossier igual que un chaval con una revista porno.

3 comments:

E. López-Muñoz said...

Jo,cómo mola esto.

Anonymous said...

Joder, me engancho!!

miss lisbon said...

Acabo de leerme los III...
Más, más, más