Thursday, February 07, 2008

LA INSOSLAYABLE MORALIDAD DEL SER

Mi Pepito Grillo anda inquieto. De otro modo no se entiende la obsesión por cuestiones éticas que me aqueja estos días. Después de comentar, en la entrada anterior, el desolador diagnóstico de Bauman, vamos con otro certero analista: Gilles Lipovetsky (gracias, Javi, por el descubrimiento). Aunque su discurso es eminentemente filosófico, su formación como sociólogo dota su tesis de una solvencia científica muy recomendable.

En El crepúsculo del deber, Lipovetsky traza el recorrido de la reflexión ética desde que, liberada por los ilustrados del terreno de lo sagrado, se otorga al individuo. En un primer estadio la ética se formula sobre la idea de Deber. Esta situación propiciará importantes avances en su desarrollo, desembocando en el pensamiento romántico, apoteosis del individuo vs. entorno. Durante el periodo industrial pervive como ética del trabajo y una vez que se instaura la sociedad moderna, o de consumo, se formula como una ética del placer, desterrándose la idea de Deber, con fatales consecuencias. ¿Fatales? Sí, pero no tanto.

Valiéndose de numerosos datos estadísticos, Lipovetsky propone que, lejos de avanzar hacia el precipicio, estamos en una fase de regulación ética. Esto es: que lo que no puede ser, no puede ser (y además es imposible). Y por mucho que nos interese impostar una ética del placer, no se puede soslayar la pulsión del Deber (aquella ley moral interna que fascinaba a Kant tanto como el cielo estrellado). Así Lipovetsky apunta como, en la modernidad, estamos reformulando conceptos éticos: del todo vale si es por el avance de la ciencia, pasamos a debatir sobre “bioética”; tras la revolución sexual de los 60 y 70´s surgen asociaciones a favor de la castidad; las prostitutas han cambiado su rango de estigmatizadas por el de víctimas; y después de la era de los yuppies surgen conceptos como Reputación Social Corporativa…

A pesar de su crudo análisis de los males de nuestro tiempo, consuela la versión evolutiva de la ética que propone Lipovetsky, lejos del fin de la historia. Apuesten por él, nos va el futuro en ello.

1 comment:

David said...

O_O...

oye, cuándo comemos??