Monday, June 02, 2008

NO PEGUES A LOS ANIMALES

Alaska se desnuda, vestida de photoshop, como forma de protesta contra las corridas de toros. A mí, en general, me parece estupendo que la peña se desnude así que el tema de esta entrada será el del maltrato animal. Futbol y toros siempre me han aburrido mortalmente, de ahí que me sienta especialmente autorizado para escribir lo que sigue.

Walt Disney ha hecho mucho daño. Y no me refiero a casos concretos como la canallada de encerrar a la madre de Dumbo o matar a la de Bambi. Me refiero a la inserción en la mente colectiva de a priorismos que han educado toda una generación: existen los príncipes azules, las chicas no deben andar fuera de casa pasadas las doce o hay que acudir silbando a trabajar. Pero su fechoría más terrible consiste en hacernos creer que el mundo animal se rige por las mismas leyes que el humano. Hay algo de exageración en todo esto, pero solo algo. El otro aspecto que ha contribuido en la sensibilización por la fauna es la irrupción de la mascota en el ámbito doméstico. Alejados de la vida rural y de la cercanía con la naturaleza, el hombre moderno se las ingenia para introducir una porción de ella en casa a través de esos animalillos domésticos, desnaturalizados por completo. Esta ocurrencia desencadena fatales consecuencias cuando no se muestra que la naturaleza es mucho menos dócil que nuestro perrito Pancho.

Aunque soy bastante excursionista, no me pretendo hombre de campo. Eso me hace muy respetuoso con los que lo son y me han dado valiosos lecciones, que podría resumir en: "Es absurdo tratar a los bichos de igual a igual, los humanos mandamos". Estoy bastante de acuerdo y he refutado la afirmación por vías menos empíricas que la de adiestrar un perro a palos. Y me parece ridícula la sensibilidad con las ballenas, las focas árticas o los toros de lidia. No me dice nada el zorrito de las camisetas contra los abrigos de piel; en realidad sí me lo dice: “Mira, por ahí va un imbécil”. Los animales y los humanos no jugamos en la misma liga y pretender tal cosa es propio de mentes infantiles, el problema es cuando dicha mente habita en una cabeza de casi cincuenta años. Es una de las corrientes dominantes en nuestros tiempos: debilidad y sensacionalismo en los discursos.

Los humanos hemos accedido al control de la naturaleza a través de la inteligencia y no ha sido una conquista pacifica, no. Ha sido necesario reprimir nuestros instintos, sacrificar otras aptitudes y sojuzgar a otras especies, pretender negarlo me parece un ejercicio de ignorancia difícilmente tolerable. Algo semejante escenifica la fiesta nacional y resulta que hay gente que lo disfruta. No toquemos los cojones ¿Qué le parecería a la cantante Alaska que prohibieran sus conciertos porque sus decibelios lesionan los tímpanos del público? Hombre, seamos sensatos.

Creo que, en todos los aspectos de la vida, hay que minimizar el daño y evitar el sufrimiento, quede claro. Ahora, hay ocasiones en las que el sufrimiento es inevitable y la pretensión de abolirlo no es sino un posibilismo hipócrita.

No pegues a los animales

16 comments:

Javier Díez said...

Los movimientos ecologistas son gentes que hacen una concienciación de la importancia del Medio Ambiente y eso está bien, pero muchas de las teorías de estos están llenas de absurdos, de despropósitos y de pensamientos demenciales.
Si se prohibieran los toros, desaparecerían los toros de lidia por especies más productivas de carne o de leche, cuando proponen energías alternativas, puede ocurrir con el biodiesel (hecho de la combustión de cereales), que va a acabar con la ganadería, y quizá con más de 300 millones de personas de hambre,cuando se trata a los animales como personas se corre el riesgo de tratar a las personas como animales, el pensar como urbanita tiene esas cosas: como filetes, pero no quiero ver sufrir a los animales, no me gustan las chimeneas, ni las centrales nucleares, ni los molinos, pero quiero tener electricidad, que es muy limpia. Esa visión aséptica del mundo esconde infantilismo y cobardía a ver la realidad.

Anonymous said...

En mi opinión todas estas corrientes solamente esconden un ansia: Follar con la de enfrente.

Al común de los mortales se le da un ardite darle un patadón al perro coñazo. Eso si, ante la perspectiva de un polvo con la ecológica de turno (que por cierto viene a la cita en coche y viste zapatos de piel), somos capaces de abjurar y despotricar contra lo que sea.

Mañana por tirarnos a la hija del carnicero levantaremos el puño en pro de un mayor consumo de carne.

Así son las cosas.

Anonymous said...

que se lo digan a l "doctor menguele" y su acuario! XD

Anikin said...

Que uno se coma un filete no significa que quiera conocer a la vaca...
Decía (creo que) Ortega que el que no reivindica con 20 años no tiene corazón, pero el que reivindica con 40 no tiene cabeza.
Y te dice una persona que manda a su perro a rehabilitación que es muy cierto que muchas veces le trato como a un humano. Pero es que es tan mono... jajajaja
Saludos.

David said...

HAce poco estuve hablando con una compañera, que recientemente ha editado un libro de poesía titulado "Reses", influido en muchas maneras por una visita uqe hizo a un matadero. no supongas que se horrorizó totálmente, qu esí lo hizo, pero también sintió el ansia de la sangre.

El minimizar el daño y la muerte de seres vivos pasa por, cómo tú dices, ser conscientes de ser la "especie pensante" del planeta. Eso no significa mantener matanzas justificadas tan solo por el Ego y sustentadas en excusas baratas e incomprensibles. Tan sólo educar en la convivencia con los animales, algo que no sólo está sustentado en tener una mascota, apelativo cuasi de la modernidad, ya que "creo" que compartíamos el mismo espacio desde hace algunos millones de años...

Dos vídeos de mataderos de vacas, de los que habrá quien diga que son tendenciosos, así que quitadle el sonido y ponéis imágenes al azar:

http://es.youtube.com/watch?v=6TQlDYRmcm4

http://es.youtube.com/watch?v=DnTqOytjTBY

Dos ejemplos de la mirada moderna a los animales. Algo parecido se hace con las ballenas que citas, o con los zorros o las focas. No es ninguna debilidad mostrarse en desacuerdo con estos métodos, yo lo estoy haciendo. Por un mínimo de respeto.

Anonymous said...

Y tanto que manual de tonterías... En primer lugar demuestras una ignorancia tremenda sobre los movimientos de defensa animal. No se trata de darles un estatus humano, se trata de intentar otorgarles unos derechos básicos como el derecho a vivir, el derecho a no ser torturados, maltratados, en aras de nuestro divertimento, sadismo o lo que quieras. O esclavizados y sometidos a torturas para divertir a un público imbécil en un circo. Tus comentarios demuestran que posees una empatía nula hacia los seres que no son como tú, al igual que antes mucha gente tenía una empatía nula hacia los negros o las mujeres, y por ello los despreciaba, esclavizaba, apalizaba, etc, sin remordimiento alguno, y con el visto bueno de la sociedad en general. Tu actitud es igual, pero hacia los seres de otras especies.
¿Que te parece imbécil una persona que lleva una camiseta contra el depellejamiento de zorros? Menudo prejucioso eres. Es una persona que demuestra una especial sensibilidad hacia el sufrimiento ajeno, no una imbecil. Cada uno lo expresa como quiere, sin tener que ser tildada por ello de imbécil.
Un saludo.
Kike.

Anonymous said...

Para Javier Díez: Eso de que el toro de lidia desaparecía es una de las falacias que los tarinos cuentan para intentar mantener su decadente fiesta: En primer lugar, el toro de lidia no puede desaparecer por otra especie "mas productiva" como tu dices, porque todos los toros, bueyes y vacas pertenencen a la misma especie: Bos primigenuos taurus. Antes de hablar, intenta informarte un poco y aprender algo de taxonomía.
En segundo lugar, me parece que éticamente es insostenible que para que un grupo de seres vivos sobreviva, sus individuos tengan que ser torturados hasta la muerte en una plaza donde un público enferbecido de sangre y violencia aplaude y jalea a un payaso travestido mientras éste destroza al animal mediante una tortura cuidadosamente estudiada.
Tercero: Si quieres preservar los toros de lidia como tales, es muy fácil, por mucho mucho mucho menos dinero del que anualmente nos cuesta la tauromaquia (Son 564 millones de euros anuales que se destinan a torturar animales, en vez de a investigación, salud, educación, etc)se puede crear una reserva donde vivan, una dehesa grande o lo que quieras, y ahi podrán vivir felices sus vidas. Eso se ha hecho en otros paises con animales abocados a extinguirse (Y éstos si eran especies verdaderas) con total éxito.
Es que menuda justificación das: para que no se extinga un animal, vamos a torturarlo. Torturemos pues linces ibéricos para que no se extingan...
Preservar la raza (que no especie, y tampoco es claro que sea una raza a parte...) del toro del lidia saldría mucho mas barato que continuar suvencionando la tortura y las mafias taurinas.
No hay justificación posible a la torutra.
Kike.

Javier Díez said...

Si es cuestión de empatía, la agresividad con que se muestran estos supuestos defensores de los animales de ciudad, expertos en taxonomía hacia sus congéneres me demuestra que los humanos somos tan salvajes como los animales y que cierto salvajismo hay que canalizarlo hacia algo, sino será hacia otros seres humanos. Cuando veo gente descaradamente antipática hacia muchas personas, como a los camareros de los bares o los niños porque están jugando cerca, con ruido gritos y demás propio de los niños y que en cambio sonríen beatíficamente a su perrito, me dan miedo, más que los campechanos espectadores de los toros.

Respecto a lo de los mataderos, yo estuve trabajando un verano en una cocina en Londres y no comerías ni una lechuga fuera de casa, parte del trato que recibían los trabajadores, muchísimo peor que las mascotas de esos amantes del mundo animal, pero absolutamnete fríos ante los humanos. Salvad a los tigres de Bengala o las ballenas y que se mueran los indios o africanos a miles qué más os da.

David said...

Javier, tú y yo hemos trabajado juntos muchas mañanas de fin de semana, estoy totalmente de acuerdo contigo en el tono poco educado de Kike. Pero ya sé que sabes que no todos son así, los hay más y menos educados.

Estuve hace dos años trabajando en la cocina de un centro vegetariano, la mayoría de los que allí comían eran ingleses. La comida era preparada con suma pulcritud y limpieza. Todos los empleados nos tratábamso y éramos tratados bien y sin problemas.

Y es tan sumamente evidente que estoy tan en contra de la tortura de los animales como de la tortura de los seres humanos, también en el terreno laboral.

Un abrazo, a ver cuando me acerco a vuestro emporio y nos tomamos unas cañas.

Javier Díez said...

Igualmente David.
Toda exposición necesita un poco de exageración, aunque lo de la cocina es cierto, también es cierto que era una cadena Garfunkels, tipo Faster Holywood.

Aunque también pienso que tanta sensiblería, esconde desdén hacia lo humano. O falta de aceptación de la propia identidad, odiando a Occidente y sus tradiciones, yo soy o me siento mejor.

mario said...

Kike:

Lamento que no te guste mi opinión pero estoy bastante convencido de que eso de las leyes para animales es una tonteria tan grande como las que yo escribo. La única ley posible en la naturaleza es la ley de la selva y los intentos de humanizar a los "bichos" que pretendeis algunos me parecen bastante ingenuos. Amén que estando el planeta como está, con millones de seres humanos muriendo de hambre y enferemedades, perder el tiempo en defender las focas me parece dificil de entender.

Y lo equipar a los "bichos" con las mujeres o los negros ya delata bastante tu estilo de razonar.

Que vaya bien.

Anonymous said...

Eres un descerebrado hijo mio.

Anonymous said...

Señor anonymus...

ENHORABUENA: Es usted tan bueno con los animales que ha conseguido parecerse un poco más a ellos.

Le animo a ser pionero: Este verano, boicot a los puestos de los meloneros. Los melones también tienen sentimientos. ¿O es que no veía los Fruitis?
Y por cierto, ¿dónde está su empatía para con las opiniones ajenas?

Váyase a amamantar crías de caimán con el escaso cerebro del que hace gala.
Gañán.

Javier Díez said...

Buen ejemplo el de los melones, yo estaba pensando porqué no hay defensores de las ratas, pese al Ratón Micky, Pixie y Dixie y demás.

Anikin said...

Yo pensaba más en los pobres bichitos moradores de la lechuga a los que matamos sádicamente bajo el grifo... ¿Quién los va a defender a ellos? JAJAJAJAJA

Raquel Márquez said...

Jeje, Javier, ¿a quién no le gustan los molinos? Viva la energía limpia y que acaben con el petróleo y con la energía nuclear, claro que no sé cómo, pero tampoco es como para conformarse con todo sólo porque las cosas están dispuestas de una determinada manera. Estoy segura de que se podría mejorar el mundo si la ambición de la gente se enfocara más al bien común y menos al bien momentáneo y egoísta.

Con el sufrimiento animal me pasa un poco igual, yo elijo comer carne y cargo con esa responsabilidad, pero otra cosa es que las corridas de toros me parezcan un sufrimiento necesario... Pero bueno, tampoco entiendo mucho a los ecologistas que van a deslucir el disfrute de otros como si así solucionaran algo...

El anónimo que aprenda a escribir porque no se le entiende nada.