Wednesday, May 27, 2009

IT MUST BE LOVE

Esta versión fue el detonante.

Corrían mis tristes dieciséis y a la hora de la merienda se podían visionar por la tele vídeos musicales, en lugar de los aullidos de la jesulina. Quedé hipnotizado por la música y las imágenes. Teníamos una misión: Había que conseguir como fuera aquella canción. Tocaba ahorrar el dinero del desayuno durante un par de semana y peinar las tiendas de discos hasta encontrarla. Dimos con el disco en el Corte Inglés de Preciados (escribo “dimos” porque en aquellos días la consecución de un vinilo no era un trabajo solitario sino solidario, junto a David y Sergio: la primera obligación era pasarlo a cinta y que rulara). A día de hoy es uno de los temas más manoseados de la historia del pop pero entonces sonaba igual que un secreto. ¿Y el resto del disco? Impepinables canciones, llenas de arreglos increíbles, magníficos músicos y una actitud que transformaba el punk en hedonismo y elegancia, que era lo que pedía el cuerpo. Y conga, conga a raudales. Aquel vinilo se convertiría en el más bailado de mis fiestas adolescentes hasta quedar fundido por mil batallas, pero eso os lo cuento otro día.



2 comments:

Nosequé said...

grandes los madness, muy grandes!
y grandes las congas...
muchas risas si, grandes momentos...

hedonismo y elegancia...
buen camino, si

8 días!

poluzza said...

no se da el suficiente valor a la ORCA que salia en ese video, que yo creo que sin ella no nos habria impresionado tanto el video

ORCA RULES!!!