Sunday, February 04, 2007

¡O ELLA O YO!

- No es que no me toques, Alfonso, hace meses que ni siquiera me miras. Esto es demasiado humillante. ¡O ella o yo!

- Deborah, no llores más, joder. Lograrás que salten los sensores de humedad y después no hay dios que los ajuste.

Mientras, Amanda, ajena a todo, se contoneaba en una esquina de la estancia, moviéndose al ritmo de alguna melodía inaudible.

- ¡O ella o yo! -El robot aspiradora se apresuró a retirar el cigarrillo que Deborah, acababa de aplastar en el cenicero. Alfonso observó el rostro de su esposa que, bajo el reflejo morado de las diez lunas sintéticas, semejaba un maniquí de cera a medio derretir. Y no pudo evitar que su mirada huyera en dirección de las caderas de Amanda.

Tan pronto escuchó, a su espalda, el chasquido del teletransportador, se lanzó en brazos de Amanda dando de bruces contra el suelo: Había vuelto a olvidar que no se puede estrechar a un holograma.

2 comments:

Raquel Márquez said...

¿Sabes que "Amanda" significa "la que ha de ser amada" (más o menos)? ¡Deborah lo tenía todo en contra!

mario said...

¡Y con esas caderas! Las apuestas estaban diez a uno en su contra je je je