Wednesday, December 27, 2006

CIEGO, SORDO, MUDO

Ayer, cuando regresaba al hospital después de fumar un cigarrillo, me encontré con la patética estampa de un viejo que luchaba, a empellones, por introducir en el ascensor la silla de ruedas de su esposa. El hombre empujaba la silla una y otra vez sin llegar a acertar, golpeando las piernas de la mujer contra el marco de la puerta, igual que un borracho intentando meter la llave en la cerradura de su casa. Asustado por la brutalidad, observé que el hombre sostenía un bastón blanco de ciego y la mujer iba tan consumida que era incapaz de articular queja alguna. Ante semejante despropósito, ayude al hombre en la operación y subimos juntos. En el corto trayecto que nos separó, el tipo, con modales avinagrados, no paró de quejarse de lo que tardaban en acudir los celadores y lo malo que era el servicio de la clínica, mientras la otra permanecía en silencio. Llegados a su planta saqué a la mujer del ascensor y los abandoné a su suerte. Nada más cerrarse las puertas pensé que debía haberles prestado más ayuda pero el tipo me resultó tan desagradable que mi maltrecho estado de ánimo no podía soportarlo. Cuando entré en la habitación donde está ingresado mi padre sentí la de veces que nos conducimos por el mundo sin ojos para ver y sin voz para pedir ayuda.

4 comments:

Anonymous said...

SCOUT UN DIA, SCOUT SIEMPRE! je je

antes que alguen se me adelante, dire que el titulodel blog de hoy es una clara referencia subliminal a una cancion de Shakira!

chaooo

Anonymous said...

Acabo de recordar cuando, con 18 años, decíamos aquello de "si llego a viejo en estado decrépito, prefiero suicidarme"
A lo que se ve, no es un pensamiento muy universal, que pena me ha dado...

Miguel B. Núñez said...

touché!

Un momento digno de un Shepard urbanita...

Raquel Márquez said...

Es genial ver que tú tienes las dos cosas, los ojos y la voz. ¿Podemos quedar estos días, tienes tiempo y ganas?